El nunca nos olvida, expresa con alegría una de nuestras hermanas ya anciana, que bueno que podemos volver a ir a nuestra Iglesia dice otra, Dios escuchó nuestras oraciones dicen casi al unísono, y alguien susurra, esta es una bendición de lujo. Todos contentos tararean himnos de alabanzas a nuestro Dios que el hermano Ramón mientras conduce disfruta.
12/16/2008
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